De mayor quiero ser como Federica, eso es una realidad, y ya estoy mentalizando a Magento. Si los planes no nos fallan, en una casa viviremos, con una gran cocina, llena de luz, con un huerto pequeñito y seremos felices cocinando y comiendo mejillones.
Sigo a Federica desde que tengo instagram, desde que ella tenía su tiendecita en Madrid, y he vivido sus idas y venidas, sus cambios de rumbo y me apasiono con sus historias, con sus listas de reproducción de Spotify, pero sobretodo alucino con sus recetas ♥
Me dedico a seguir sus stories y a anotar en mi libreta las recetas. En realidad esta receta de hoy es de los mejillones bouchot, pero nosotros ya los hemos rebautizado, son los mejillones a la Federica, porque llevan mucho de ella, y porque es ella quien nos brindó esta maravillosa y deliciosa receta.
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones (cuanto más pequeños, más sabrosos)
- 20 gr de mantequilla
- aceite de oliva virgen extra
- un vaso de vino blanco seco
- zumo de un limón y medio
- tomates frescos cortados en dos
- un vaso de tomate triturado
- guindilla
- 6 dientes de ajo cortados muy pequeños
- albahaca
- pimienta
La elaboración puedes imaginar que es muy sencilla.
Sofreímos los ajos y la guindilla con aceite. Añadimos el tomate triturado, la albahaca y pimienta. A continuación añadimos los tomates cortados, y el zumo de limón. Cuando empiece a hervir un poquito, añadimos la mantequilla y los mejillones, y seguidamente el vaso de vino blanco.
Todo el proceso debe realizarse a fuego lento, dejando que los sabores y los ingredientes se mezclen y en la parte final, necesitamos todo el tiempo del mundo, los mejillones deben abrirse y coger la mezcla de sabores.
Es una receta perfecta para el aperitivo con una copita de vino en la terraza de casa un domingo soleado de invierno ¿verdad?